viernes, 4 de octubre de 2013

Parece de verdad...

He ido hoy a Misa en el cole. Entro en el oratorio, había dos chavales como de diez años. Uno de ellos, flacucho y renegrido, me mira y me dice:
- Creíamos que era el Padre... Le estamos esperando.
Le sonrío, miro hacia el Sagrario y hago una genuflexión. El flacucho me llama:
- Señora, ¿es obligatorio hacer eso qué ha hecho?
Le he perdonado lo de señora porque la pregunta me llega al alma.
- Hijo, aquí no es obligatorio hacer nada. Pero ahí está Jesús, y esto, la genuflexión, es la forma correcta de saludarle.
- ¿Es verdad que está ahí? Me han dicho que parece de verdad.
Ahí me he quedado un poco descolocada. ¿Quién le habrá dicho a éste que parece de verdad?
- Es de verdad, no es que lo parezca.
Y ahora me desarma del todo:
- Me gustaría tanto verle...
Lo dice con un deseo tan sincero que me derrito.
- Quédate a Misa y Le verás.
- ¿Lo sacan durante la Misa? Nunca he estado en Misa.
La entrada de una profesora me ahorra tener que pensar una respuesta...
Oigo como el otro chico, rubito y regordete, le dice bajito:
- Pues yo he ido muchas veces...
Al terminar la Misa, la profesora me ha contado que el flacucho se ha sentado a su lado, le ha preguntado si por favor se podía quedar a la Misa, y ella le ha ido explicando más o menos.
A ver si vemos otra Comunión como la de los tres chavales del año pasado.

6 comentarios:

  1. Genial la confianza con que te hablan ( teniendo en cuenta que te consideran "señora") je je
    Precioso las ganas de encontrarse con Dios, del peque
    Buen finde a tods¡

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  2. Ainss...qué cosas más bonitas te pasan, Cordelia. Habrá que rezar por el muchachito.

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  3. Me hubiera gustado explicarlo mejor. El chico ha estado más de veinte minutos en el oratorio, esperando al sacerdote, no sé muy bien para qué. Un crío tan pequeño, diciendo con ese tono, como si le faltara algo, que nunca había ido a misa. Y esa sensación de estar esperando una maravilla. A Jesús, en carne y hueso, saliendo del Sagrario. Me ha hecho dar muchas gracias por el colegio, que permite que estos chicos descubran que existe algo más que las consolas y el fútbol.

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  4. ¡Precioso, me ha encantado! Espero que llegara el sacerdote con tiempo para que el chaval hablara con él.

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  5. Hay una anécdota, de unsacerdote que dudaba si un niño, con una discapacidad, estaba preparado para recibir la Comunión. Y le preguntó:
    -Mira, ¿ves ese crucufijo?
    -Sí...
    -¿Ysabes quién es?
    -Es Jesús...
    -¿Y ves esa cajita? ¿Sabes qué es?
    -Sí, ahí está Jesús.
    -Ah, así que, ¿los dos son Jesús? ¿Son lo mismo?
    -Nooo
    -¿Pues qué diferencia hay?
    -Pues que ahí -y señaló el crucifijo- parece que está Jesús, pero no está. Y ahí -señalando el sagrario- parece que no está, pero sí está.
    Y el sacerdote se convenció de que estaba preparado.
    Me has recordado esta anécdota. Rezo por el chico.
    María.

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