lunes, 31 de marzo de 2014

Abandono (III)

Día 3

¡Cuántas cosas puedo obrar cuando el alma, tanto en sus necesidades espirituales como materiales, recurre a Mí, me contempla y diciendo "encárgate Tú" cierra los ojos y descansa!

Obtenéis pocas gracias cuando os atormentáis para producirlas; en cambio, obtenéis muchísimas cuando, en oración, os ponéis plenamente en Mis manos. Vosotros oráis en el dolor para que Yo os alivie, pero para que lo alivie según vuestros deseos...Os dirigís a Mí, pero queréis que Yo me adapte a vuestros propósitos; sois como los enfermos que, en lugar de pedir la curación al médico, le sugieren lo que debe hacer.

No os comportéis así, orad al Padre como Yo os he enseñado : "santificado sea Tu nombre" (es decir que seas glorificado en esta necesidad que tengo), "venga Tu reino" (es decir que todo lo que nos sucede a nosotros y al mundo concurra  a Tu reino), "hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo" es decir, dispón tú en esta necesidad como consideres mejor para  nuestra vida eterna y temporal.

Si me decís sinceramente: "hágase Tu voluntad", que es lo mismo que decir: "encárgate Tú", Yo intervengo con toda Mi omnipotencia y resuelvo  hasta la situación más dificil.

(Repetir diez veces)
Oh Jesús, me abandono por completo en Ti, hazte cargo de todo.

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