Chicas, fijáos bien. Esto es un espectáculo. Y encima, patina. Qué más se puede pedir.
Ahora, en serio. Philippe Candeloro. Uno de los mejores patinadores de aquellos años dorados (y con eso me refiero a cuando yo tenía tiempo de ver la tele). Sin dudarlo, el más carismático, el más divertido, el más espectacular. Y la eterna promesa que no acabó de triunfar. Frankie Fredericks, pero en francés.
La verdad es que es impresionante... Hoy mismo he estado viendo patinaje artístico en al tele y me he acordado de ti.
ResponderEliminarUn beso, guapa.