Por razones que conozco bien, estoy hoy muy contenta. Más que contenta, feliz. Es realmente un incordio, porque no doy pie con bola. Tengo la cabeza en otro sitio, así que de vez en cuando me doy cuenta de que en lugar de lo que tendría que estar haciendo, estoy medio ida, pensando en las musarañas. Me ha costado un trabajo enorme y verdaderos esfuerzos de concentración acabar hoy a tiempo.
La gente me mira, porque de mi habitual actitud más bien quejicosa y malhumorada he pasado a sonreír a todo el mundo y tararear por los pasillos. Miedo me da que en algún momento llamen a los de la camisa de fuerza.
Me subo al coche para volver a casa, y al arrancar salta la radio. Increíblemente, está sonando "What a feeling".
Es una canción tan absurdamente adecuada para el estado de ánimo que tengo, que me he reído a carcajadas.
Dicen que Dios tiene debilidad por los niños y los locos. Menos mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario