- Mami, ¿se pueden pescar conchitas de mentirijillas?
- Claro, hija.
Se sumerge y toca el fondo. Sale de nuevo, con el puño cerrado, la concha imaginaria en su interior, la sonrisa resplandeciente.
- ¿Me la guardas?
Así cuatro o cinco veces. Se aburre de las conchas, y empieza a pescar sirenas.
- Mira, mami, una sirena rosa.
Abre la mano, vacía aparentemente, pero en realidad ocupada por una sirena rosa que yo no veo porque soy miope.
- Preciosa, hija.
Saca sirenas rosas, amarillas y azules. La última me deja un poco preocupada:
- Mami, esta para tí, porque no está rota...
Oyoyoyoyyyy !!!! Y cuantos años dices que tiene la criatura?
ResponderEliminarCuatro años y una semana.
ResponderEliminarPalabrita.
La otra ayer, tira un vaso con agua y me dice: sacabao... Le digo cómo que se ha acabado, y contesta: sacabao poque sacaío!
Pues eso
logica aplastante. Antologia del niño pequeño. Y tenemos unos cuantos. Ayer vino el cura que nos confiesa, a comer. La intención era que comiera pues ya nos habiamos confesado el Martes pasado todos. El caso es que Lucas, 8 años, despues de un poco de chachara va y le dice:
ResponderEliminarFather Marty, did you come for the heck of it or...?
Como insinuando que la comida se estaba alargando demasiado y que para cuando las confesiones.
Casi me quedo sin respiración de la risa que me dió.
Espero que sigas disfrutando muuuuuucho tiempo con la imaginación -y la lógica aplastante también- de tus peques.
ResponderEliminarA mi me da un poco de pena la gente que tiene a los niños todo el día apuntados a actividades múltiples y se pierde estas cosas.
Hoy he leído un correo de la mayor (11 años) en el que me cuenta el argumento del último libro que ha leído. Al acabar me decía: "al final el malo no se muere. Mejor, ¿no?" Pues sí, claro que mejor. Angelitos.