Mi abuelo José cumple este verano, si Dios quiere, 98 años. Nació el 25 de julio de 1913. Fue carpintero, unos pocos años, porque andaba en política cuando estalló la guerra. Estaba metido en Falange, creo que era jefe provincial o algo semejante. La cosa es que tuvo que escapar de casa una noche, cuando le avisaron unos amigos de que iban a ir a "pasearlo". Se escondió en otro pueblo, y, según su versión, el cura le delató (desde entonces odia a los curas). Estuvo en la cárcel local, se escapó, y se echó al monte. E hizo la guerra.
Al acabar la guerra era sargento. Sargento de los de antes, de los de la mala leche, la mano larga y la paciencia corta. Estuvo destinado un tiempo en África, creo que en Larache. Había un jerifalte local, un tipo muy problemático, que tuvo la desgracia de ser vecino de mis abuelos. Su señora le robaba la ropa de la cuerda a mi abuela. Mi abuelo le avisó una vez. A la segunda, no hubo advertencia. Le paró por la calle y le partió los morros. Viéndole ahora, en aquel entonces mi abuelo debía ser un pedazo de hombre, alto y erguido, recio, con manos como jamones. Le dejó la cara al moro como un mapa. Fue "castigado" por su mal comportamiento con "nuestro amigo" Mohamed, y trasladado... a Madrid.
(continuará)
Menos mal que tu abuelo no le partió los morros al moro en esta sociedad actual.... El castigo hubiera sido muerte por petardo. Le das mis parabienes y felicitaciones por sus 98 años bien aprovechados.
ResponderEliminarY felicidades a tu churumbela también!
Anda. Tu abuelo es de los que tienen historia e historias para contar. Me fascinan las vidas con tanta vida de los mayores
ResponderEliminarQue bien que puedas recogerlas,aunque sea en la memoria, y contarlas.
Buen fin de semana