lunes, 25 de julio de 2011

El Sinodal

Desde 2003 se celebra en la Villa de Aguilafuente (Segovia) la recreación del Sínodo que tuvo lugar en la Iglesia de Santa María, en 1472. Son unas jornadas en las que la villa se transporta al siglo XV, ofreciendo al turista representaciones teatrales protagonizadas por los vecinos, mercadillo medieval, diversos actos culturales y, sobre todo, mucha diversión y sabrosos manjares. 

Dicho de otro modo: está genial, la representación del sínodo en la iglesia es saladísima (los actores son vecinos del pueblo, pero ya quisieran muchos profesionales tener el arremango que se dan ellos). El pueblo es pequeño, pero apañao, el mercadillo medieval es majo y se come de fábula. Porcino y ovino. Por la noche hay que ponerse la rebequita (plus añadido a los que nos asamos en Madrid).
Luego no os quejéis de que no os lo han contado. 
Ah, se me olvidaba. Es el primer fin de semana de agosto. Y el nuevo alcalde es más majete que nada. Doy fe.




















El Sinodal de Aguilafuente, Primer Libro Impreso en España (1472)

Poco después de finalizar el sínodo de Aguilafuente, según afirma el historiador segoviano Diego de Colmenares, sus actas se imprimieron en el taller segoviano de Juan Párix, dando lugar al primer libro impreso en España, hoy conocido como Sinodal de Aguilafuente.

Es un libro de 48 hojas impresas  y 16 en blanco, en papel de gran calidad, con letra redonda o romana. No tiene portada y comienza con el índice de los 28 capítulos de que consta. Tan solo se conserva un único ejemplar en el mundo, en la Catedral de Segovia, donde también está el manuscrito que sirvió de original de imprenta, el denominado Codex canónum.

El texto, escrito en castellano, está compuesto a línea tirada, salvo dos fragmentos que están a dos columnas, precisamente en los que aparecen los nombres de los representantes de Pedraza y Fuentidueña, que, por no querer aparecer uno tras otro, obligaron a hacerlo en columnas.

Todas las investigaciones confirman que Segovia contó con la primera imprenta española, a cargo del alemán Juan Párix, que previamente había trabajado en Roma. Fue el obispo Arias Dávila quien llamó a Párix para que realizara distintos trabajos, la mayoría  para el Estudio General, por lo que son de Derecho Canónico y teológicos. El alemán imprimió, entre 1472 y 1475, ocho libros, aunque tal vez hiciera un noveno, que no se conserva, a la cabeza de los cuales está el Sinodal. Más tarde, a partir de 1473, la imprenta se extendió por otras localidades, como Valencia, Barcelona o Sevilla. 

Del libro hay una reciente edición facsímil, a cargo del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, con introducción del profesor Fermín de los Reyes y transcripción de Susana Vilches y Pompeyo Martín.

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