martes, 11 de octubre de 2011

Accidente

Hoy he sido testigo de un accidente de tráfico camino del trabajo. Iba yo tranquilamente en mi cochecito sin meterme con nadie, pensando en mis cosas, cuando he oído un chirrido horrible, y he visto, unos 100 metros delante de mí un coche volcado, recorriendo la carretera de un lado a otro sobre el techo. Ha cruzado los tres carriles y ha chocado contra la mediana. Bendita mediana, porque si no estuviera, no sé qué habría pasado con los coches que venían en sentido opuesto. Todos los coches, y eran unos pocos en hora punta, hemos parado de golpe, afortunadamente sin más accidentes.

Yo he parado en la cuneta, y he visto como unas 10 personas bajaban de otros tantos coches y se dirigían al accidentado. He bajado yo también, para evitar que hicieran más mal que bien, y he cruzado los tres carriles, hasta llegar al coche volcado. A pesar de lo que dicen en todos sitios, ya habían sacado a los tres ocupantes del vehículo a través de las ventanillas. Eran dos chicas y un chico, los tres sudamericanos. El chico y una de las chicas parecían ilesos, y de hecho ya estaban tirando de móvil y llamando. La otra chica tenía un raspón en una mano y parecía conmocionada. Estaba de pie, apoyada en la mediana.

Cuando llegué, eché un vistazo a la mano y le dije que se sentara. Cómo te llamas, cuántos años tienes, dónde te duele, el cuello, vale, vamos a tumbarnos, despacito, yo te sujeto, ¿enfermedades, alergias, intervenciones? 30 años, no enfermedades, no alergias, una lipo.
¿Una lipo? Mientras llegaba la ambulancia le estuve hablando, estaba bien salvo por el susto, así que le hice preguntas, para distraerla. Una chica colombiana de 30 años, viene a España con su madre y su esposo. Trabaja en Eroski, llora porque tiene miedo de que la despidan por no llegar al trabajo. Y se ha hecho una liposucción. Me siento una marciana. La chica tiene un tipo estupendo, no parece posible que haya sido lo suficientemente obesa como para hacerse una liposucción. Tiene un trabajo, tiene un marido. No parece que le sobre el dinero. No entiendo, no comprendo la razón que puede llevar a una chica joven y guapa a meterse en un quirófano por puro capricho. No creo que lo consiga entender jamás.

2 comentarios:

  1. Muy triste. Nos estamos volviendo tarumbas

    Me contaba una amiga, de una amiga suya italiana que quería hacerse un aumento de pecho. El marido no quería, pero como insistía tanto, él pidió un crédito (no estaba en su mejor momento económico) y le regaló la operación

    Pagaron,se operó, ella se enamoró del médico y se fue con él.
    El marido sigue pagando el crédito. El médico disfrta del dinero y de la mujer.
    Chunguísimo¡

    Miriam

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  2. Yo tampoco lo entiendo y nunca lo entendí, pero a vces me miro las piernas y pienso: el caso es que...

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