domingo, 30 de octubre de 2011

Don Javier en domingo

Hace unos días asistí a una meditación. El predicador lanzó una pregunta: ¿cómo obras cuando solamente te te ve Dios? Y me quedé con la copla, claro.

A veces uno se pone estupendo y empieza a decir, mirándose el ombligo, porque yo esto, porque yo lo otro, y que si merezco y que si patatín y que si patatán... Y, al levantar la vista encuentra uno la imagen de la Virgen con el Niño en los brazos y como diciendo: deja de hacer bobadas y ponte en mi regazo junto al Niño, que hay sitio para los dos.
Mano de santo, oiga. Son un misterio grande esos brazos de la Virgen que pueden sostenernos a todos -a Dios y a los hombres- por el sencillo método de hacernos a todos -a Dios y a nosotros- pequeñitos.

1 comentario:

  1. ¡Oh! Con tanta fiesta esta semana no sé si me dará tiempo a hacer ese pastel de merluzo para el jueves.

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