Don Javier (again)

 Vuelvo a piratear parte de la entrada de don Javier Vicens de este domingo.

 

Entonces ¿qué podemos hacer con estas palabras? Pues yo diría que debemos hacer lo que estamos haciendo con ellas. En primer lugar, proclamarlas como Palabra de Dios. Despues -lógicamente- acogerlas en el corazón como Palabra de Dios para cada uno de nosotros. A continuación examinar nuestras conciencias y, si no hallamos motivo de arrepentimiento, volver a examinarlas hasta que lo hallemos. Luego confesar nuestros pecados con arrepentimiento sincero. Solamente entonces la Palabra de Dios que denuncia nuestros pecados encontrará eco en nuestros corazones y el eco llegará hasta Acaya y hasta el Helesponto y -sin salir de casa- seremos los misioneros más eficaces del mundo. Porque -contra lo que se cree- los misioneros no son tipos que luchan contra la injusticia social sino hombres y mujeres que dan guerra sin cuartel a la injusticia que nace de sus propios corazones. Por eso no se atreven a predicar sino después de haber acogido en sus corazones la Palabra. Por eso son tan penitentes. Por eso pueden decir Yo te amo, Señor, Tú eres mi fortaleza, porque no se fían de sí mismos. Y, en fin, por eso pueden hablar de Caridad como san Pablo, con el ejemplo.