martes, 22 de marzo de 2011

El coche


No sé dónde he oído que para los perros, un año equivale a siete años de la vida de un ser humano. Me pregunto cuál será la equivalencia para los coches.
Porque mi coche, mi fiel y resistente Mondeo, tiene ya diez años, y empieza a mostrar signos de la edad.  El último ha sido la rotura de alguna pieza que sujeta el asiento del conductor, de forma que se va para atrás hasta el final. Una, que es paticorta y tal, no llega de ninguna manera a los pedales, así que lo he tenido que llevar al taller. Afortunadamente, mi mecánico de cabecera es altamente eficiente, así que se lo hemos llevado esta mañana y a las cinco ya estaba listo.
Así que he vuelto a casa, tan contenta con mi cochecito, pero sé que, inevitablemente la senectud se irá apropiando de él, y éste no será sino el primero de una serie de problemas que, en algún momento, harán necesario jubilar a mi buen jamelgo y hacerse con otro.
Tiene una de las últimas matrículas de Madrid, la serie ZX. Es un coche con orígenes, con identidad. Es un coche castizo y chulapo, un coche de capital, un coche proletario de Carabanchel.
¿Qué otro podría sustituirlo? Los coches de ahora no son de ninguna parte. Apátridas sin raíces. 
Aguanta un poquito, hijo.
Que aparte de apátrida, un coche nuevo es carísimo...

2 comentarios:

  1. Jajajaj! te entiendo tanto... Acabo de entregar a un "segundo padre" mi querido y cansadito ZP. Que tal? cómo se te queda el cuerrpo? De Madrid, pero ZP. He decidido jubilarlo antes de cumplir los 11 años (vendrían a ser dos legislaturas y media). Y no estaba ni roto ni nada...GASTADO Y QUE HA APARECIDO UNA OPORTUNIDAD BUENA...
    EN FIN... NO SÉ...
    A VER SI POR UNA VEZ...SIRVO DE INSPIRACION A ALGUIEN.

    ResponderEliminar
  2. Que autentico lo del asiento dle conductor.
    Es genial tener un mecanico que ademas de ser de confianza sea ingenioso para solucionar los problemas.
    VEnga, me uno al deseo de que dure un poquito más

    ResponderEliminar