viernes, 4 de marzo de 2011

Profundo?


En esta fase de regreso a la infancia que me consume desde hace unas semanas, he buscado música de la que oía de adolescente. Recupero a Mecano, Radio Futura, Dire Straits, El pingüino en el ascensor, Hombres G, Olé olé...
Y Battiato.
Me parecía tan profundo de adolescente. Aquéllas frases incomprensibles debían ser filosofía pura. Bueno, pues ahora me deja descuadrada igual, porque una de dos, o yo soy lerda, o lo que dice es simplemente un barullo sin sentido. A lo mejor es que al traducir del italiano, para que le cuadre la métrica y la rima (aunque mucho, mucho, no rima) pone la primera palabra que le cuadra. La cosa es que hay frases preciosas (caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo, la encontrarás el final de tu camino), seguidas de incoherencias totales (largo el tránsito de la aparente dualidad. ¿Qué coño quiere decir eso?).
Bueno, este rollo viene a cuento de una de las canciones más conocidas de Battiato. Busco un centro de gravedad permanente. La he oído mil veces. Hoy, a la 1001, escucho por fin la frase. La integro. Y pienso:
- Anda la osa, ha descubierto América, éste. Pues como yo. E imagino que como todos.
Pero yo creo que ya lo he encontrado. Ahora es cuestión de no perderlo de vista otra vez.

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