miércoles, 30 de marzo de 2011

Qué sueño!

De nuevo paseíto. Son las 12 menos 5, iba ya a acostarme, cuando resuena por toda la casa el aullido atronador, esa especie de "rugillido" (mezcla de rugido y chillido, el palabro no es mío pero me lo apropio), de mi Carmela del alma.
De nuevo me ha arrastrado de la mano para comprobar que todas las habitaciones de la casa siguen ahí, que ningún desalmado nos ha robado ninguna. Variación: hoy con el bibe en la boca, y empinando el codo a pasos alternos. Hemos tardado una eternidad.
Al volver al salón, el agotamiento ha podido con nosotras. Carmen ha trepado al sofá y se ha desparramado sobre los cojines. Cinco segundos más tarde estaba roncando como una bendita. 
Ya está en su cuna, y yo me voy a la piltra.
Jesusito de mi vida... (otro día contaré como lo reza, con su media lengua y a voz en cuello; es para grabarla)

3 comentarios:

  1. Te cuento como acaba la mia la oracion a su Angel de la Guarda:
    "...no me dejes sola, que me perderias."

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  2. O aquella niña, más mayor, que rezaba el avemaría "ruega por nosotros y por los pecadores"
    Tengo vivo el recuerdo de una noche de peque, en la que vi a una bruja. Revisamos con mi madre todas las habitaciones, y cuando al final, me metió en la cama, recordé que no habiamos mirado detras de la puerta de la habitaicón... que era en donde se había escondido la bruja.
    Acabé durmiendo en la cama de mi hermana
    Gracias por la dedicación a los peques.

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